La jornada del miércoles las fuerzas de seguridad birmanas mataron al menos a 38 personas, en la jornada más sangrienta desde la represión de la junta militar contra los manifestantes.
Las manifestaciones en rechazo del golpe militar continúan este miércoles a lo largo del país, a pesar de la brutal represión policial, que solo el domingo se cobró la vida de 20 manifestantes.
Se trataría de la primera muerte de un manifestante por la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad contra las protestas por el golpe de Estado del Ejército.
Los cortes de internet y la presencia del Ejército en las calles de Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada del país, mermó la afluencia en las manifestaciones.